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Provocativa y peligrosa

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La visita a Taiwán de la presidente del Congreso de los EE. UU. ha enrarecido la atmósfera internacional y afectado seriamente la confianza en Asia. En unos cuantos días se logró arruinar décadas de construcción de relación bilateral sinoestadounidense.

Hace muchos años a la República Popular China la llamaban “China comunista”, por oposición Taiwán, en donde se refugió el bando derrotado en la revolución de 1949. Pero el nacionalismo chino no se guareció en esa isla para independizarla, sino justo lo contrario, para “liberar” desde allí al resto del país. Durante la guerra fría, ambas partes de China siguieron modelos de desarrollo diferentes, opuestos. Esta evolución es la base material del concepto esencial de Beijín: “un país (o nación, en chino es lo mismo), dos sistemas”.

En 1997 tuvo lugar una visita de Estado de China a Washington, que el presidente Clinton correspondió en 1999, con una gira de nueve días. A mediados de mayo de 2000 se estableció el estatuto permanente de relaciones comerciales Washington-Beijín, mucho más que una “normalización” del comercio, que ha sido la base de una relación no fácil, pero mutuamente ventajosa. Para conseguirlo, Clinton sea alió con los republicanos en contra de su propia “izquierda” demócrata y sostuvo que la llegada masiva de inversiones y productos de su país contribuiría a reforzar en China la democracia y que la normalización de esa relación comercial era un “gran paso para la construcción de un mundo más seguro y mejor”.

Bien hizo Estados Unidos en tratar a Beijín con particular prudencia, moderación y respeto. Desde entonces, China se convirtió el “socio estratégico” de casi cualquier país. Hoy sería difícil encontrar un mejor ejemplo que China de desarrollo insertado en, por y para la globalización económica mundial. Por eso no habría idea más ridícula que aislar a China que, aunque se declare “país en desarrollo”, ya es potencia mundial. Esto lo ha conseguido Beijín no sólo por su escala económica, también por su calificada diplomacia, que combina continuidad de principios con flexibilidad pragmática en defensa de los intereses de su país.

Bien hizo Washington también en aceptar con realismo los “tres no” esenciales para Beijín sobre Taiwán: no a la existencia de dos Chinas, no a la independencia de Taiwán, ni su ingreso la ONU. En suma, “sólo hay una China y Taiwán es parte de ella”, cualquier desvió de este concepto soló daría pie a inseguridad y a una indefectible confrontación militar. Costó grandes esfuerzos y tensiones llegar al principio de una sola China, que ha sido pilar de la estabilidad y la paz mundiales en la guerra fría y fue parte clave del viejo orden mundial. Por eso, es tan provocativa y peligrosa la citada visita a Taipéi, que tensa las relaciones bilaterales como nunca.

¿Es algo “táctico”, es sólo una presión a Beijín por su apoyo a Moscú en la guerra en Ucrania? Es obvio que sin cooperación de China las sanciones a Rusia no son efectivas; pero hay más en el fondo. Lo que se disputa en Ucrania y ahora se busca disputar igual en Taiwán es el nuevo orden mundial. Juega con fuego quien piense que ese orden incluiría la independencia de Taiwán, que para Beijín sería desde luego casus belli, como Crimea para Rusia.

Son ridículas las versiones de que China “tomará Taiwán” próximamente y por la fuerza. No pretende eso gente que en mucho peores condiciones aguardó más de un siglo para recuperar en 1997 el enclave británico Hong Kong y que piensa 50 años como si fueran 50 días. Pero sí lo hará, ipso facto y sin titubeos, si Taiwán se declara “independiente” y alguien pretende “reconocerlo”. Por cierto, este conflicto tampoco hace nueva guerra fría. Lo que menos importa a nadie es si el socialismo (chino) “es mejor” que el capitalismo (en Taiwán).

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Acerca de ZoneMapa

Analista, comentarista, internacionalista. Cofundador de la "Apocalíptica" y fundador del "Nihilismo Positivo". En contra de toda discriminación, incluida la llamada "afirmación positiva". Con la cabeza fría, el corazón caliente y las manos limpias. Convencido de que existen leyes objetivas de la naturaleza, el conocimiento y la sociedad. Sin partido pero no neutral. Visita ZoneMapa.Wordpress.com y MundoPosmuro.WordPress.com. Sigue en twitter a: @MiguelAPadillaA

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